martes, 12 de octubre de 2010

Un día normal 2010

Este semestre no es raro despertarme todos los días a las 5am, meterme a bañar y salir corriendo de casa (pero no sin antes haber dejado listo el patio para las princesitas, Suri y Kiara). Este es un momento muy interesante del día por que nuestras habilidades se ponen a prueba para esquivar el tráfico que se hace por todas las escuelas que estan cerca. En verdad es desquisiante, mamas tratando de llevar a sus hijos a la escuela, sr o sras tocando el claxón desesperad@s por pasar antes que los demás, gente pasándose los altos con tal de avanzar unos cuantos metros. Me parece que deberían tomar más precauciones y salir más temprano de sus casas. Pero bueno, al fin llegamos al camión y ahi tengo mi siesta matutina de una hora, que a nadie le cae nada mal.

Al llegar a la escuela me dirijo al laboratorio de robótica para trabajar en algo que tenga pendiente, ya sea una tarea o el diseño del Bogobotv2.0 o algún pendiente de la asociación. Después de un rato y dependiendo de día de la semana escalo un rato.

Lo que más me gusta de escalar es sentir la fuerza de mis brazos y piernas para sostenerme sin caer, por que he de confesar que tengo un poco de acrofobia, y aunque no subo más de dos metros sin estar asegurada, la sensación es de lo mejor. Este semestre estamos estrenando instructor. Su nombre es Paco, y es bueno, en realidad me parece que esta más preocupado por instruirnos en algo. Entonces, he iniciado un entrenamiento más riguroso y planeado para mejorar mis habilidades. La idea principal de aprender bien es poder salir a muchos lugares y escalar en roca natural, o entrar en cuevas, etc.

Y después a correr para bañarme y entrar a clases, una larga jornada de 6 horas continuas de clase. El problema no es que sean continuas, el problema es que desde que entre a esta universidad las horas entre clases te acostumbran a tener un "break". Pero nada que una escapada a la tienda no resuelva.

Saliendo de clases me tomo una hora mínimo para comer con mi amor. Comemos lo que se nos antoje en el momento, ya sean unas piezas de pollo o tortas o tacos o algo mas nutritivo (bueno más yo)

Después de llenar el estomago continuamos la jornada de clases un rato más. En general mi hora de salida es a las 5pm. Pero eso no significa que me vaya a esa hora de la escuela, al contrario, significa que a esa hora inicio mis deberes concluyendo hasta las 9pm, que es la hora del transporte de regreso.

Llegando a casa aprovecho un ratito para compartir con mi familia mi día y que ellos me compartan el suyo. Aunque no es mucho el tiempo creo que es increiblemente genial.

El común de mis días termina a las 11pm en mi cama y con mi princesa Suri a un lado.

Fin


sábado, 26 de junio de 2010

"Nuestros cuatro pervertidos se reunieron..."

El marques de Sade nos provoca con su novela "120 días en Sodoma" o "La escuela del libertinaje" sentimientos para algunos repulsivos, para otros quizá interesantes, pero seguramente controversiales. Los "120 días en Sodoma" nos relata una historia poco recomendable para lectores jovenes y sencibles, e incluso para los no tan jóvenes. En realidad es una historia para lectores con un criterio amplio y dispuestos a leer acontecimientos sexuales que probable mente no realizarían.

Este libro me llamó la atención cuando en una plática entre amigos discutimos las perversiones sexuales, y ellos lo describieron como: morboso, asqueroso, carente de sentido, cruel, etc. Sin embargo, no pude emitir una opinión dado que no conocía el contenido, entonces me dedique a la tarea de hacerlo.

Después de dos semanas de lectura interrumpida logré terminarlo, y fueron dos semanas porque el contenido no me era posible soportarlo más de dos horas continuas leyendo. Efectivamente es controversial.

No quisiera contar la historia para que tu te formes tu opinión y despertar un poco tu curiosidad. Pero si te quiero decir que debes tener un criterio amplio para terminarlo.